Educación de Personas adultas
La educación de personas adultas tiene como finalidad el poder adquirir, actualizar, completar o ampliar sus conocimientos y adquirir nuevas competencias para su desarrollo personal y profesional, a través de las siguientes líneas:
-
Formación que garantice una educación básica a todas las personas adultas que lo precisen y permita el acceso a cualquier nivel del sistema educativo.
-
Formación orientada al mundo laboral, tanto inicial como de actualización de los aspectos profesionales, que permita adaptarse a los cambios del sistema productivo.
-
Formación social orientada al desarrollo personal y comunitario, a la cohesión y participación social y a la integración de minorías susceptibles de compensación educativa, así como a la atención de personas adultas con necesidades educativas especiales.
Analizar cine en esta etapa educativa es mucho más que verlo y consumirlo. Es una postura de partida crítica, de escrutinio con distancia y de desarrollo divergente para poder profundizar en los valores y contravalores que propone la obra y que de algún modo formarán parte de nuestro currículum oculto.
Teniendo en cuenta las tres líneas en las que se mueve la educación de personas adultas pretendemos ofrecer el cine para:
-
Facilitar el aprendizaje de los valores democráticos, sociales y culturales que fomenten aspectos como la igualdad de oportunidades, la superación de todo tipo de discriminación, la cultura para la paz, el cuidado de la salud y el medioambiente y la participación de las personas adultas en la sociedad.
-
Avanzar en el aprendizaje del lenguaje audiovisual, entendiendo que es un lenguaje narrativo estructurado donde se produce una división de la escena en planos separados, el encuadre, el ángulo de visión y el montaje.
-
Analizar películas como fuente de entretenimiento y aprendizaje, que tengan ritmo y temáticas atractivas.